Washington, 26 may (EFE).- En Estados Unidos hay más de 580.000 adultos amparados de deportación por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y el 27 % de ellos carece de un seguro de salud, según una investigación difundida este viernes por el National Immigration Law Center (NILC).
El programa DACA, instituido en 2012 durante la presidencia de Barack Obama (2009-2017), ha diferido la deportación de inmigrantes traídos ilegalmente al país cuando eran menores de edad y les ha otorgado permiso de trabajo.
En medio de querellas judiciales que han llegado al Tribunal Supremo de Justicia, y la falta de acción en el Congreso que dé una solución definitiva al estatus de estos inmigrantes, los “soñadores” de DACA mantienen sus permisos de trabajo pero no tienen acceso a programas federales.
“Año tras año los recipientes de DACA siguen dando cuenta de retos y barreras significativas para obtener la cobertura de seguro médico que necesitan”, señala el informe de NILC.
Si bien el porcentaje de beneficiarios de DACA no cubierto por seguro de salud bajó de un 34 % en 2021 a un 27 % en 2022, la “disminución refleja tendencias generales y muestra que los recipientes son casi tres veces más propensos a carecer de seguro que la población en general”.
En la encuesta que sustenta el informe el 57 % de los beneficiarios de DACA consultados cree que no tiene derecho a obtener un seguro de salud debido a su estatus migratorio, y el 51 % no tiene conocimiento de opciones de cobertura asequibles para ellos.
El informe de NILC recordó que cuando se estableció DACA el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) determinó que los beneficiarios del programa no se considerarían residentes legales a los fines de elegibilidad para la ley de salud conocida como Obamacare.
En abril pasado el gobierno del presidente Joe Biden propuso el levantamiento de estas restricciones lo cual, si finalmente se aprueba, permitirá que los recipientes de DACA en ciertos estados tengan acceso a Medicaid.
“Esta regla propuesta comenzaría a resolver las disparidades identificadas en la encuesta”, señaló el informe.
Pero sin una decisión del Congreso que lleve a protecciones permanentes “la salud de los recipientes de DACA sigue estando en juego”, agregó. “Seguiremos necesitando una solución permanente que proteja la salud de todos los inmigrantes”.