Nueva York, 26 may (EFE).- El cineasta español Hugo Ruiz despunta en el festival de Tribeca (Nueva York) con su ópera prima, “Una noche con Adela”, una historia de venganza protagonizada por Laura Galán y rodada en un plano secuencia que ha “enloquecido” a los organizadores, según asegura en una entrevista con EFE.
El largometraje de ficción se estrenará el 8 de junio, un día después de la apertura del certamen, y aunque no compite en la sección oficial sí está incluido en la sección “Midnight”, a la que suelen acceder cada año unas cuatro cintas generalmente de terror, “arriesgadas” y con potencial “de culto”, señaló Ruiz.
La cámara sigue ininterrumpidamente a Galán -actriz revelación en los últimos premios Goya por “Cerdita”- en su papel de Adela, una barrendera áspera y perturbada que trabaja en el turno de noche en Madrid y que ha decidido ajustar cuentas con quienes considera responsables de su vida miserable.
Adela, dijo el director, representa a la “gente que no tiene el control de su vida”, pero gracias al séptimo arte se convierte en “la jefa” de esta historia, dejando sorprendidos a los espectadores y hasta a la periodista Gemma Nierga, que hace un cameo como locutora de su mítico programa de radio “Hablar por hablar”.
Por su parte, Galán describió su papel de Adela como “una aventura increíble” en un comunicado: “Entrar en un personaje tan complicado, tan dolido, tan cruel también y que lleva tanto tiempo pensando e imaginando cómo iba a ser esa noche fue complicado”, dijo la actriz, que no reveló que estaba embarazada hasta finalizado el rodaje.
Ruiz explicó que rodar un plano secuencia tiene “mucho trabajo detrás”: un equipo de profesionales con experiencia que hicieron parecer sencillo el resultado final, pero que seguían una “coreografía” técnica con la actriz, segundo a segundo, en la que podía haber imprevistos de todo tipo.
RECONOCIMIENTO A “LO IMPOSIBLE”
La producción, que es independiente, ha abarcado un equipo de entre sesenta y setenta personas que han colaborado en la cinta de principio a fin en un proceso de casi año y medio, detalla, con menciones especiales para el director de fotografía, Diego Trenas, y los productores de Muertos de Envidia y FTFCAM.
El director se declaró “encantado” con la película y no fue el único, ya que tras enviarla a Tribeca y abrirse paso entre miles de propuestas, relata, llamó la atención del director artístico, Frédéric Boyer, que le reconoció lo “imposible” de que un “español llegue allí”, sin “padrino” y con una historia de esas “características”.
“Los programadores (del festival) estaban todos locos (con el filme)” fue el mensaje que le transmitió Boyer al cineasta y también guionista español, que asegura estar cumpliendo un “sueño”.
Esa sensación la suscribe en un comunicado el programador de la sección “Midnight” del festival, Matthew Barone, que felicita a la protagonista y considera el filme “el sueño de cualquier programador” por ser “un debut sorprendente y único que surge de la nada y cautiva por su audacia, confianza y confrontación”.
Ruiz, de Zaragoza y con 49 años, cuenta que siempre quiso ser director de cine pero no se dedicó a ello por completo hasta los 35 años, cuando empezó a hacer cortometrajes y cosechar premios, entre ellos por “Taxi fuera de servicio”, “S.O.S.” o “La cena”.
Desde su posición, opinó que el cine español está “cada vez mejor” pero, como admirador de Woody Allen o Quentin Tarantino, “los mejores dialoguistas”, enfatizó la importancia de trabajar los guiones: “Con un buen guion se puede hacer una mala película, pero con un mal guion nunca sale una buena película”.
Nora Quintanilla