Denver (CO), 25 may (EFE).- Un simbólico mural sobre la transformación de los niños el migrar a Estados Unidos fue desvelado en la Universidad de Colorado (CU) con el propósito de llamar la atención sobre las duras experiencias que enfrentan los menores.
La obra, el primero en una pared exterior del Campus Médico Anschutz, también representa el deseo del Centro de Bioética y Humanidades de CU de “amplificar las voces” de los niños inmigrantes por medios artísticos y académicos, según Warren Binford, profesor en CU Anschutz desde 2020 e impulsor del proyecto.
El mural, pintado por el artista local Julio Mendoza, conocido como Juls y él mismo inmigrante (proviene de Ciudad Juárez, México), tiene como imagen central a un niño volando con alas de mariposa monarca y con una máscara de jaguar. El niño lleva sus juguetes (un trompo y un balero) y todavía se lo ve “atado” a su hogar.
Binford indicó que la idea se gestó en conversaciones con Matt Wynia, director del Centro de Bioética y Humanidades, cuando ambos acordaron que era necesario, después de la pandemia y en el marco inmigratorio de ese momento, denunciar las injusticias que sufren los niños inmigrantes.
“No vamos a permitir que los niños sean maltratados en nuestro nombre o para nuestra conveniencia”, expresó el catedrático en declaraciones escritas.
Tras obtener los permisos y fondos necesarios, se lanzó una convocatoria y se recibieron 96 propuestas de artistas de todo el mundo. Entre ellos, un comité de CU seleccionó a Mendoza, quien llegó a Estados Unidos a los 11 años.
“Este mural representa la difícil situación de cada niño migrante. El niño se dirige a un nuevo y desconocido destino, volando sobre las dalias que representan el cambio y la fuerza en este nuevo viaje. Pero no está solo, lo acompañan las mariposas monarca, que son símbolo de la migración. No va a soltar sus juguetes más preciados, sus recuerdos ni su hogar,” indicó a EFE Mendoza en declaraciones preparadas.
“La máscara de jaguar representa la cultura del niño, pero también representa fuerza, ferocidad y coraje. Usa esta máscara para tratar de encajar y esconder sus miedos, sintiéndose incómodo e inseguro en este lugar donde hay montañas y la gente habla inglés”, agregó.
Juls, como prefiere que lo llamen, experimentó en su propia niñez “la pérdida del lugar donde uno vive y se siente seguro”. Pero también experimentó el poder sanador del arte, especialmente para aquellos menores no acompañados que, incluso antes de llegar a Colorado, pasaron por “traumas, obstáculos de salud e inseguridad económica”.
“El tema del mural es la difícil situación de un niño inmigrante, todo lo que sufre y deja atrás. Es muy íntimo, muy personal. Espero que alguien haga esa conexión, porque estoy seguro de que no soy el único. Mucha gente pasó por esto y puede sentir esa conexión con la imagen, y con suerte (pueden) sanarse algo que todavía están sobrellevando”, comentó el artista.
El nuevo mural también marca el inicio de una actividad llamada “Testimonio”, que continuará durante el resto de 2023, para “compartir la historia de niños migrantes en la frontera sur de Estados Unidos a través de sus propias palabras” en el Campus Médico Anschutz.
“Testimonios” incluirá elementos del libro “Hear My Voice/Escucha Mi Voz” (compilado por Binford), 45 acuarelas sobre niños en centros de detención del gobierno, una antología de cómics sobre abusos de los derechos humanos de los inmigrantes, y una exposición de arte conceptual llamada “DYKWTCA” (siglas en inglés de “¿Sabes dónde están los niños?”).
El próximo 21 de septiembre habrá un simposio multidisciplinario (médicos, abogados, profesionales de la salud mental y artistas) que incluirá el estreno de “Soul Echoes” (Ecos del Alma), un espectáculo de danza y voz inmersivo, y “The Flores Exhibits”, una serie de grabaciones con declaraciones de los niños inmigrantes.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, en 2019 ingresaron al país unos 76.000 menores no acompañados, subiendo ese número a 140.000 en 2021 y reduciéndose a 128.000 en 2022.