San Juan, 25 may (EFE).- Con una amplia presencia de músicos y de piezas de compositores de distintos países de América, el Festival Casals rinde homenaje estos días en Puerto Rico a las realidades musicales propias del continente americano, apoyándose en afamados solistas.
Este importante festival de música clásica, que se extiende hasta el 3 de junio, fue fundado por el famoso violonchelista, director y compositor español Pau Casals, de cuyo fallecimiento en San Juan se cumplen el próximo octubre 50 años.
La trayectoria del festival ha estado ligada “a la gran música universal, más bien europea”, según su director artístico, el maestro chileno Maximiano Valdés, que entiende este giro hacia América como una cuestión de “identidad”.
“El dar la posibilidad de que hayan composiciones escritas en el ámbito americano, y que cada una de ellas refleje realidades propias de esta área geográfica, era para nosotros importante”, comentó a EFE Valdés, quien dirige también desde hace 12 años la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR).
El concierto inaugural del festival, con la OSPR, que celebra este año el 65 aniversario de su fundación, y el violinista estadounidense Gil Shaham como solista, fue toda una declaración de intenciones.
APUESTA POR COMPOSICIONES AMERICANAS Y DE MUJERES
El programa incluyó las piezas “Antrópolis”, escrita en 2017 por la mexicana Gabriela Ortiz, y la sinfonía núm. 1 en mi menor de la estadounidense Florence Price, considerada la primera compositora afroamericana y autora de más de 300 obras.
“Antrópolis’ es un paseo por Ciudad de México, de noche, con todo lo que hay de cabarets y de ritmos. Muy bien escrita y con enorme vitalidad”, describió Valdés.
En cuanto a Price, el maestro dijo que la compositora expresa “la cultura musical y social de su región, en el sur de EE.UU., en el siglo XIX” y “ha tenido una resurrección puesto que su música se olvidó después de los años 30”.
En el concierto de este jueves, la OSPR interpretará las piezas “Tiempo sereno” del puertorriqueño Héctor Campos Parsi; y “Variaciones concertantes” del argentino Alberto Ginastea.
También presentará el estreno mundial del concierto para clarinete del compositor puertorriqueño Alfonso Fuentes, que fue compuesta mientras el huracán María de 2017 asolaba Puerto Rico y contara con el solista español Oskar Espina Ruiz.
El festival incluye también conciertos del afamado pianista Richard Goode, el violonchelista Jonathan Swensen y el guitarrista cubano René Izquierdo, quien rendirá tributo al Caribe con un variado repertorio de danzas cubanas y puertorriqueñas.
UNA SAGA FAMILIAR
No podían faltar a la cita la emblemática Familia Figueroa, compuesta por el cuarteto de primos puertorriqueños Narciso (violín), Ivonne (piano), Rafael (violonchelo) y Guillermo (violín y viola), quienes interpretaron obras de Richard Strauss, Zoltán Kodály y Gabriel Fauré.
Ivonne Figueroa contó a EFE la historia de esta saga de músicos, desde sus abuelos -Jesús Figueroa y Carmen Sanabia- a sus padres y tíos, quienes fundaron el conocido Quinteto Figueroa en 1935.
“En la música de cámara, la mayor parte de las obras fueron ellos los pioneros en traer toda esa música aquí a Puerto Rico y tocarla desde los años 30”, rememoró Narciso.
La pianista Ivonne, junto a su hermano Guillermo, empezaron tocando en el festival con la orquesta y debutaron como solistas en 1974. Como cuarteto, esta es su tercera edición y eligieron dos piezas que fueron estrenadas en Puerto Rico por miembros de su familia.
“El festival continúa como una gran aportación a la cultura musical”, aseguró Guillermo, el primer y único puertorriqueño que ha sido director titular de la OSPR.
El cierre del festival será con la famosa ópera “Porgy and Bess”, dirigida por el director brasileño Fabio Mechetti y con la participación de la soprano puertorriqueña Melba Ramos y el barítono Eric McKeever.
EL LEGADO DE CASALS
La fundación de este festival es obra de Pau Casals, quien tras consolidarse la dictadura en España decidió trasladarse a Puerto Rico, donde creó también la orquesta sinfónica y el conservatorio.
“Sin él, esto no se habría hecho. Tenía la tesón catalana de sacar esto adelante contra viento y marea y una posición en el mundo de la música altísima”, aseguró Valdés, que calificó la aportación de Casals a la música clásica en la isla de “fundamental”.
Este reconocimiento internacional le permitió invitar al festival a afamados músicos y, junto al primer gobernador electo de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín, se propusieron “hacer de la isla una referencia en cuanto a música clásica”, agregó el maestro.
Para el violonchelista Rafael Figueroa, Casals fue “la primera figura en el mundo del chelo que se convirtió en una superestrella” y todavía, a día de hoy, “existe ese aura alrededor del nombre de él”.
“Nunca había habido una figura como él que atrajo tanta gente cuando llegó a Puerto Rico y se formó este festival. Todos los grandes del mundo entero llegaron a reunirse aquí”, recordó con emoción. E