Washington, 25 may (EFE).- Estados Unidos, Dinamarca y los Países Bajos comenzarán en las próximas semanas a diseñar “un marco de entrenamiento” en el manejo de los aviones de combate F-16 para las fuerzas ucranianas.
Así lo señaló el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, en una rueda de prensa conjunta con el jefe del Estado Mayor estadounidense, general Mark Milley, tras la duodécima reunión del Grupo de Contacto para Ucrania.
En ese encuentro virtual participaron los responsables militares y de Defensa de cincuenta países aliados, que pudieron escuchar de primera mano las necesidades de Ucrania, de la mano de su ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov.
Sobre los F-16, Austin agradeció el papel de liderazgo que Dinamarca y los Países Bajos han optado por asumir en el entrenamiento de los soldados ucranianos.
Agregó que Noruega, Bélgica, Portugal y Polonia se han ofrecido a ayudar en esa capacitación e indicó que se espera que más países se unan pronto.
Tanto el secretario de Defensa como Milley fueron preguntados por el motivo por el que EE.UU. ha estado negándose hasta ahora a entregar F-16 a Ucrania y que actualmente acepte que otras naciones lo hagan.
Milley indicó que siempre han evaluado los costes entre el beneficio y el riesgo: “El F-16 no es un arma mágica de guerra, y a veces hay cosas que reciben la etiqueta de que esto va a ser un arma mágica, pero estas no existen”.
Recordó que a principios de la guerra había una “lucha defensiva” por parte de Ucrania, ante la llegada de fuerzas blindadas mecanizadas por parte de Rusia, por lo que Kiev necesitaba artillería y defensas antiaéreas para evitar los ataques desde el aire.
Milley subrayó que actualmente EE.UU. ha dado luz verde a la entrega de F-16 a Ucrania no porque esté bajo presión, sino que ha hecho un análisis y quiere responder a las necesidades en el campo de batalla ahora y el futuro próximo.
Indicó que los F-16 responden al “largo plazo”, ya que se necesita un “número significativo” de este tipo de aviones para marcar la diferencia, y destacó que para crear una flota lo suficientemente importante hay que hacerlo de manera gradual, porque si EE.UU. hubiera destinado muchos fondos a esos aparatos no hubiera podido aportar tanques.
Austin quiso aclarar que el hecho de que se vaya a entregar F-16 a Ucrania no significa que esté perdiendo en el campo de batalla.
“No es el caso. Ucrania ha infligido bajas significativas a las fuerzas rusas y ha destruido una cantidad increíble de equipamiento, y esto ha sido antes de que les proporcionemos esta capacidad”, apuntó.
El titular de Defensa remarcó que se trata de sumar con los F-16 y situar a los ucranianos en un buen sitio “para cambiar las dinámicas en el campo de batalla”.
En la pasada cumbre del G7 en Japón, Biden informó a sus aliados del cambio de postura de su país respecto a los F-16 y se abrió a que otros países donen este avión de fabricación estadounidense a Ucrania, además de ofrecerse a participar en el entrenamiento de pilotos ucranianos.