Nueva York, 24 may (EFE).- Los coloridos diseños de la artista española Vanesa Álvarez cubren desde este miércoles casi 700 metros cuadrados de asfalto en el centro de Nueva York, en la plaza de Union Square, donde se ubica un nuevo mural a ras de suelo que llama a frenar el ritmo, conectar con la naturaleza y proteger la Tierra.
Ocupando un carril de la calzada, la figura de una mujer sostiene en sus manos un planeta y un corazón, y en otro carril dos mujeres meditan, todas ellas rodeadas de símbolos como mariposas, panteras y plantas con los que Álvarez hace un “homenaje” a los inmigrantes, las madres y los indios lenape (originarios de Manhattan), según explicó a EFE.
Después de dos días pintando con la ayuda de un equipo de voluntarios, el mural está casi listo para liberarse de las vallas que lo protegen y dejar paso a los miles de viandantes que transitan a diario por este punto en el sur de Manhattan, habitualmente poblado de turistas, estudiantes, gente bohemia que vende artesanías o manifestantes.
“Me gustaría que pensaran, y recapacitaran, en que antes esto era verde”, dice la diseñadora gallega, que ha titulado su enorme obra “Union with the universe” (Unión con el universo) y destaca que aborda los temas de la lucha contra el cambio climático y el feminismo, este último muy presente en su trayectoria.
Álvarez, nacida en Vigo (España) y que lleva varios años afincada en Nueva York, donde tiene su estudio, se confiesa creyente en el “poder curativo del arte y el color” y espera dejar huella en quienes entren en contacto con su mural, haciendo unas llamadas a la acción en inglés: “slow down” (frenar) y “slow life” (vida lenta).
“A veces vamos caminando mirando el móvil y ni siquiera prestamos atención; (espero) que solo viendo esos colores levanten el ánimo y el alma”, apostilla la española, que ha realizado otros murales a lo largo de la ciudad, entre ellos uno dedicado al Camino de Santiago y otro a la resiliencia durante la pandemia de covid-19.
Álvarez se declara “afortunada” por haberse abierto paso entre muchos candidatos para desarrollar este proyecto de arte público de la Alcaldía, que suele permanecer a la vista aproximadamente un año hasta que la polución y los elementos, sobre todo la nieve, apagan los colores y convocan al siguiente artista.
En ese sentido, reconoció que “la competencia es bestial” el mundo del arte en la Gran Manzana, pero “también hay muchas oportunidades”, señalando que el proceso de una convocatoria pública como esta “es muy democrático” y “cualquiera puede acceder” enviando sus credenciales y propuestas.