Nueva York, 24 may (EFE).- El banco estadounidense Citigroup anunció este miércoles que cancela el proceso de venta del banco de consumo Banamex en México y se separará de esta unidad para sacarla a bolsa, aunque permanecerá en México como banco de negocios.
El anuncio pone fin a un año de tensas negociaciones en las que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se ha implicado personalmente: ayer mismo, el mandatario dijo que el Gobierno podría entrar en la compra si el Grupo México desistía, y añadió que sería un “negocio redondo”.
“La separación de ambos negocios se completará en la segunda mitad de 2024 y la IPO (salida a bolsa) se producirá en 2025”, señala Citigroup en un comunicado emitido esta mañana en el que no hace la menor alusión a las interferencias políticas en el proceso.
Una hora después de conocerse la noticia, las acciones de Citigroup caían un 3,28 % en la Bolsa de Wall Street.
Banamex, cuarto grupo bancario del país, fue adquirido en 2001 por Citigroup por 12.500 millones de dólares, y tiene actualmente 1.300 sucursales, 9.000 cajeros automáticos, 6.600 clientes comerciales y 12,7 millones de clientes privados, además de 10 millones de titulares de fondos de pensiones.
Banamex mantendrá toda la cartera de tarjetas de crédito, banco minorista, préstamos de consumo, hipotecas, seguros, fondos de pensiones y depósitos, así como sus 38.000 empleados y sus edificios históricos y hasta su colección de arte, precisa Citigroup.
Mientras que Citi “seguirá operando la licencia local de la banca de inversión en México a través de su Grupo de Clientes Institucionales (ICG) que provee una red global sin competencia de servicios de banca y asesoría de inversión a instituciones públicas y privadas, clientes del sector financiero e inversores”, precisa.
El diario Wall Street Journal considera hoy que han sido las constantes interferencias del presidente mexicano las que han abortado la venta de Banamex, a la que ha hecho constantes alusiones en sus ruedas de prensa matutinas y sus afirmaciones de que cualquier acuerdo debería recoger una garantía de conservación de empleos, impuestos y las obras de arte de Banamex que en ningún caso saldrían del país.