Nueva York, 14 may (EFE).- El exinfante de la Marina estadounidense, Danny Penny, acusado de asesinar a un vagabundo afroamericano con problemas mentales en un vagón del metro de Nueva York está recibiendo apoyo nacional para su defensa legal.
Penny, de 24 años, se entregó el pasado 12 de mayo a las autoridades tras lo cual fue acusado de homicidio involuntario en segundo grado por el estrangulamiento de Jordan Neely, un imitador de Michael Jackson que bailaba en las calles y el metro de la ciudad.
Tras la acusación, que acarrea una pena máxima de 15 años de cárcel, la firma de abogados que representa al condecorado exinfante de la Marina, Raiser & Kenniff, PC, abrió una cuenta en línea en GiveSendGo que en dos días ha recaudado 1.708.654 dólares que han aportado más de 36.000 personas.
“Se están recaudando fondos para pagar los honorarios legales de Penny incurridos por cualquier cargo penal presentado y cualquier demanda civil futura que pueda surgir, así como gastos relacionados con su defensa”, señala la página en GiveSendGo.
Indica además que el dinero sobrante será donado a un programa de salud mental.
Penny, un hombre blanco y que estudia arquitectura, quedó en libertad tras pagar una fianza de 100.000 dólares y entregar su pasaporte y debe regresar a la corte el próximo 17 de julio.
De acuerdo con sus abogados, Penny actuó en defensa propia y para para proteger a los pasajeros en el vagón.
El pasado 1 de mayo el joven se enfrentó con Neely, de 30 años que, según testigos, había gritado a los pasajeros que tenía hambre y sed, que estaba cansado de no tener nada y que estaba dispuesto a morir y arrojó su chaqueta al piso.
Penny reaccionó tumbando a Neely al suelo y lo inmovilizó con una llave de estrangulamiento durante varios minutos, sujetándolo incluso cuando había dejado de resistirse y todo fue captado en vídeo por un pasajero.
Dos hombres que viajaban en el vagón ayudaron a Peeny sujetando los brazos de Neely, que murió en el lugar como consecuencia de esa compresión en el cuello, según el forense.
Su muerte ha causado indignación y un fuerte debate en la ciudad con el componente racial y se exigía que el responsable fuera acusado, lo que ocurrió once días después de la muerte de Neely, que disfrutaba bailar vestido de Michael Jackson.
Los abogados de Penny han dicho que éste actuó en defensa propia y para proteger a otros pasajeros del metro de una supuesta amenaza percibida y que “no pudo haber previsto” que Neely moriría.