Miami, 13 may (EFE).- Un grupo de ocho cubanos fue detenido este sábado al desembarcar en uno de los Cayos de Florida (EE.UU.), mientras el Gobierno estadounidense ha advertido que los migrantes que entren por la frontera sur del país pueden enfrentar un proceso de deportación rápida aunque haya expirado el Título 42.
Walter N. Slosar, jefe de la Patrulla Fronteriza (CBP) del Sector Miami, indicó hoy en Twitter que los migrantes cubanos llegaron en una “embarcación casera” esta mañana temprano y desembarcaron cerca de Geiger Key, una isla en la parte baja de los Cayos de Florida, a unas 5 millas (8 km) al este de Cayo Hueso.
Slosar acompañó su tuit con una foto de la embarcación que mostraba un bote azul a vela con la leyenda “Cristo”.
Como es habitual desde que se suspendió la política de “pies secos/pies mojados”, los cubanos que llegan por mar suelen ser repatriados.
Este mismo sábado, en un comunicado, la Guardia Costera estadounidense informó de la repatriación de 50 personas a Cuba y del “traslado” de otras 18 personas a las Bahamas, luego de tres interdicciones frente a las costas de Florida y Bahamas, ocurridas la semana pasada.
En enero de 2017, en una de sus últimas decisiones al frente de la Casa Blanca, el entonces presidente Barack Obama puso fin a la política de “pies secos/ pies mojados” por la que, durante más de 20 años, prácticamente todo cubano que alcanzara territorio estadounidense podía acogerse a un amparo legal aunque hubiera entrado de forma ilegal.
Por otro lado, tras el vencimiento del Título 42 se aplicará el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos y, además, el Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.
Estas nuevas medidas consideran “no aptos” para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU La implementación del llamado Título 42 fue una restricción fronteriza de salud pública que empezó operar desde la pandemia de covid-19 y terminó este jueves. Esta norma permitió a las autoridades rechazar rápidamente a los indocumentados en las fronteras de Estados Unidos, con la justificación de evitar la propagación del coronavirus.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés) enfatizó repetidamente durante los últimos meses que los migrantes detenidos bajo la autoridad del Título 8 pueden enfrentar un proceso de deportación rápida, conocido como “expulsión acelerada”, y una prohibición de reingreso durante al menos cinco años.