Miami, 3 abr (EFE).- Ser propietario de una vivienda es el anhelo de millones de personas porque significa estabilidad y riqueza a largo plazo y los latinos de los Estados Unidos están poniendo de su parte para lograrlo, como demuestra el constante aumento de la cifra de propietarios inmobiliarios de ese origen.
Si se mantiene el ritmo de aumento promedio de casi un punto porcentual cada dos años que se viene registrando desde hace 14 años, en 2025 la tasa de propiedad de vivienda entre los latinos habrá llegado al 50 %, según pronosticó el Informe del Estado de la Propiedad de Vivienda Hispana de 2021 de la Asociación Nacional de Profesionales de Bienes Raíces Hispanos.
De acuerdo con el Análisis de Riqueza, Propiedad de activos y Deuda de los hogares de 2020 de la Oficina del Censo de EE.UU., la propiedad de vivienda representa el 67 % de la riqueza hispana.
“Para muchas familias hispano-latinas, la estabilidad financiera significa traspasar los activos a sus hijos, para brindar una sensación de seguridad para que la próxima generación pueda alcanzar sus objetivos”, dice Joe Velázquez, vicepresidente sénior, gerente de producción de Bank of America.
Dicha entidad ofrece programas hipotecarios asequibles, subvenciones y hasta cursillos en línea en inglés y español para ayudar a personas de recursos bajos y medios a dar el “salto” para tener casa propia.
“El valor que la comunidad hispana-latina otorga a la propiedad de vivienda es muy alentador, ya que continúa siendo una fuente principal de creación de riqueza y la base para la movilidad ascendente”, agrega Velázquez.
BENEFICIOS NO SOLO FINANCIEROS
Que el hecho de ser propietario de una vivienda juega un papel clave en el bienestar personal y financiero es algo que piensa la mayoría de los estadounidenses sin importar su raza ni grupo étnico, según han mostrado diversas encuestas e informes.
Se considera que los pagos hipotecarios mensuales fijos protegen del aumento de los precios del alquiler y permiten ahorrar a un ritmo constante, pero, además, la apreciación de la propiedad inmobiliaria con el tiempo hace aumentar el capital de la familia, que puede así apoyar a la próxima generación.
Los informes hablan también de beneficios no financieros, como un aumento de la participación cívica, el logro de niveles más altos de educación, una mejora la salud y de la satisfacción con la vida y también una mayor autoestima y sentido de control.
La propiedad de vivienda ha alentado durante mucho tiempo a los residentes a conectarse con los vecinos, construir una comunidad y echar raíces a largo plazo, dice un informe del Bank of America sobre el perfil de los compradores de casas en EE.UU.
AYUDA PARA DAR EL “SALTO”
Uno de los mayores desafíos para quienes tienen el sueño de la casa propia son los costos iniciales, algo a lo que apunta el Community Homeownership Commitment de Bank of America, que cuenta con un fondo de 15.000 millones de dólares y está dirigido a ayudar a los compradores de vivienda de ingresos bajos y moderados a superar ese obstáculo.
Comprende hasta 17.500 dólares en subvenciones combinadas para el pago inicial y los costos de cierre.
El programa America's Home Grant ofrece un crédito de hasta 7.500 dólares que los compradores elegibles pueden pagar costos de cierre no recurrentes, como seguro de título y tarifas de registro, o para reducir permanentemente la tasa de interés.
Los fondos no requieren reembolso y se pueden combinar con fondos del programa de subvenciones de pago inicial.
Bank of America también provee programas educativos a través de la web BetterMoneyHabits.com, que ofrece gratuitamente vídeos sobre cómo administrar finanzas y cómo prepararse para comprar un hogar.