Washington, 16 jul (EFE).- La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) participó en la captura en México del narcotraficante Rafael Caro Quintero, considerado el fugitivo más buscado por la agencia estadounidense.
“El increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades mexicanas para arrestar a Rafael Caro Quintero”, dijo la directora de la agencia, Anne Milgram, en una carta dirigida a sus empleados publicada este sábado.
La participación de la DEA en este operativo cobra relevancia dado que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido muy crítico con la agencia y en 2020 impulsó una legislación para limitar la presencia de sus agentes en México.
Milgram recordó que Caro Quintero está acusado en Estados Unidos por “la tortura y el asesinato” del agente especial de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985 y “por muchos otros crímenes”.
“Durante más de 30 años, los hombres y mujeres de la DEA han trabajado de forma incansable para llevar a Caro Quintero ante la justicia. El arresto es resultado de años de sangre sudor y lágrima. Sin su trabajo, Caro Quintero no enfrentaría la justicia”, afirmó.
La Secretaría de la Marina de México anunció el viernes que capturó a Caro Quintero, de 69 años, en la localidad de Choix (Sinaloa), en un operativo conjunto con la Fiscalía General de México.
Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que buscará la inmediata extradición del capo.
Fundador del Cartel de Guadalajara, Caro Quintero fue uno de los principales capos en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos.
Nacido el 3 de octubre de 1952 en el estado mexicano de Sinaloa, cuna de los grandes capos mexicanos, Caro Quintero amasó una gran fortuna y fundó su cartel junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”.
La DEA ofrecía 20 millones por su captura, la cifra más elevada ofrecida por el arresto de un fugitivo por parte de la agencia antidrogas.
En su carta, la directora de la DEA calificó de “héroe” a Kiki Camarena, el agente asesinado en 1985, y encomió que “persiguió sin miedo a los narcotraficante más violentos y peligrosos”.
Milram también lamentó la muerte de 14 agentes de la Marina de México al estrellarse un helicóptero que participaba en la operación de captura.