Miami, 8 mar (EFE).- Una mayor cooperación internacional ayudaría a salvar las “amplias y graves disparidades” que existen en el mundo en lo que se refiere al acceso a trombectomias mecánicas en caso de un accidente cerebrovascular y podría “beneficiar a millones de pacientes al año”.
Así lo asevera el estudio a escala mundial “Mechanical Thrombectomy Global Access For Stroke”, liderado por Dileep R. Yavagal, profesor de Neurología clínica de la Facultad Miller de la Universidad de Miami (UM), y publicado este miércoles en la revista Circulation.
Para determinar la disponibilidad de las trombectomías mecánicas, que se realizan para extraer coágulos de sangre, los autores del estudio, en el que colaboraron 36 especialistas, de todo el mundo, realizaron una encuesta en 75 países en seis continentes a través de la red global de Mission Thrombectomy 2020 Plus, una iniciativa de la Sociedad de Neurología Vascular e Intervencionista fundada por Yavagal en 2016.
La encuesta encontró que las trombectomías mecánicas “solo estaban disponibles para el 2,8 % de los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular isquémico en el mundo en 2019”, con disparidades graves según los niveles de ingresos entre los diferentes países.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos representan casi la mitad de los 5,5 millones de muertes de este tipo cada año, detalla.
Yavagal explica que, con los accidentes cerebrovasculares isquémicos de menor envergadura, los medicamentos “anticoagulantes” pueden restaurar el flujo sanguíneo normal al cerebro cuando se administran rápidamente.
Pero, en el caso de pacientes con oclusiones de vasos grandes (LVO), altamente peligrosas, “las trombectomías mecánicas, que usan catéteres intervencionistas y stents (prótesis intravascular) para eliminar el coágulo, pueden proporcionar resultados mucho mejores”, según el estudio publicado hoy.
Si bien practicar una trombectomía mecánica, que consiste en introducir un catéter por la arteria hasta llegar al trombo, con el fin de extraerlo, puede ser muy efectivo en pacientes con grandes obstrucciones, “los recursos necesarios para estos procedimiento se distribuyen de manera desigual en todo el mundo”.
Los principales determinantes del acceso a las trombectomías son el ingreso nacional bruto per cápita de un país, así como la disponibilidad de centros y operadores de accidentes cerebrovasculares calificados.
Pero también cuenta la existencia de protocolos regionales para evitar el traslado de un paciente a un hospital que no realiza trombectomías y no perder así un tiempo que puede ser decisivo para salvarle la vida.
“El uso inadecuado de los recursos disponibles para el cuidado de accidentes cerebrovasculares fue evidente en los volúmenes más bajos de procedimientos realizados en países de ingresos bajos y medios en comparación con países de ingresos altos”, subrayó Yavagal.
A fin de aumentar rápidamente el acceso a este tratamiento que salva vidas y revierte la discapacidad, “se necesita la cooperación mundial”, dijeron los autores del estudio.
Los expertos señalaron la importancia de la “certificación de los centros de accidentes cerebrovasculares” por parte de organismos nacionales o internacionales.
“Todas las partes interesadas, incluidos los proveedores de atención médica, los pacientes, los cuidadores, los hospitales, los fabricantes de dispositivos y las agencias reguladoras deben unirse para optimizar los sistemas de atención para accidentes cerebrovasculares y disminuir las disparidades de acceso”, afirma el estudio.