Washington, 23 feb (EFE).- Del mercado emergente de la India al posible liderazgo del Banco Mundial (BM), Ajay Banga es la apuesta de EE.UU. para capitanear la nueva misión de la institución financiera: luchar contra el cambio climático.
A sus 63 años, este ejecutivo indio-estadounidense se describe a sí mismo como un “tipo enteramente hecho en la India”, algo que le puede ayudar a ganarse el apoyo de los países con economías emergentes que tienen voz y voto en el BM, según el diario británico Financial Times.
Tradicionalmente, EE.UU. ha elegido al presidente del organismo, ya que es el mayor accionista del banco, pero requiere el respaldo de otros países miembros como China, Japón Alemania, Francia y el Reino Unido.
Hijo de un general del Ejército indio, Banga cree que su educación, en la que tuvo que mudarse a distintas ciudades de la India, le llevó a tener “facilidad de adaptación”.
Esto, junto a un entendimiento de los retos que afrontan los países en desarrollo y una experiencia “crucial” para movilizar fondos del sector privado, como ha destacado el presidente Joe Biden, le han hecho ser el candidato estadounidense para encabezar una era financiera en la que la lucha contra la crisis climática es la prioridad.
Tras graduarse en la Universidad de Delhi y en el Instituto de Gestión de Ahmedabad (la India), este antiguo jefe ejecutivo de Mastercard empezó su carrera en Nestlé India, donde pasó 13 años.
También en su país natal, contribuyó al lanzamiento de franquicias de Pepsico de comida rápida y dirigió el Citigroup Asia Pacific.
La compañía de capital riesgo en la que trabaja actualmente como vicepresidente, General Atlantic, dice de él en su web que ha ejercido como asesor de Gobiernos, empresas y organizaciones “de todo tipo”, además de ser un veterano de Wall Street.
General Atlantic lo describe como un líder reconocido a nivel global en tecnología, datos y servicios financieros, aunque el periódico The New York Times subraya que todavía tiene muy presente su pasado como inmigrante antes de obtener la ciudadanía estadounidense.
De hecho, el diario asegura que aunque no tuvo problemas económicos cuando llegó al país, Banga aún recuerda el hándicap de no poder comprar un teléfono por no tener un historial crediticio.
Esta condición de inmigrante ha marcado su trayectoria y, como él mismo ha afirmado, le inspiró para incorporar a 500 millones de personas de todo el mundo que no tenían cuentas bancarias al sistema financiero.
Figuras como la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris -también de origen indio-, remarcaron este jueves su carácter “transformador” y su compromiso con la migración en Norteamérica.
Banga ha colaborado con Harris para promover el desarrollo económico y abordar las causas de raíz de la migración a EE.UU., diseñando un nuevo modelo de asociación público-privada para movilizar a empresas y crear oportunidades en Centroamérica, indicó un comunicado de la Casa Blanca este jueves.
El BM fue instaurado en 1944, junto con su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de los acuerdos de Bretton Woods. La tradición establece que es EE.UU. quien propone al presidente del BM, mientras que Europa escoge al del Fondo.
La nominación de Banga ha despertado las críticas de grupos como Oxfam, que rechazó en un comunicado la manera de designarlo.
“Así como el señor Banga tiene una amplia experiencia en Wall Street, esperábamos que el presidente Biden hubiera usado esta oportunidad para deshacerse del acuerdo de viejos caballeros sobre los nombramientos del Banco Mundial y el FMI a favor de un proceso global más transparente basado en méritos”, censuró Oxfam.
El BM no es “un banco estadounidense, ni un banco comercial, ni una empresa de capital riesgo”, agregó la ONG, que consideró que “para un trabajo de esta envergadura” es necesario “algo más que una designación a dedo del presidente Biden”