Miami, 15 feb (EFE).- El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó este miércoles un controvertido proyecto de ley para reubicar inmigrantes indocumentados en otros lugares de EE.UU., incluso aunque no estén en tierras floridanas como hizo en septiembre pasado con un grupo de venezolanos.
El proyecto de ley SB 6B, que sustenta y amplia un polémico programa de DeSantis para reubicar a inmigrantes indocumentados, fue aprobado el pasado viernes por la Legislatura estatal, controlada en ambas cámaras por los republicanos, por lo que solo quedaba pendiente la previsible firma del gobernador para ser promulgado.
“Florida está utilizando todas las herramientas disponibles para proteger a nuestros ciudadanos de las políticas de frontera abierta de (el presidente, Joe) Biden”, señaló en Twitter tras la firma.
“Me complace haber firmado esta legislación para continuar con el programa de transporte de extranjeros ilegales a jurisdicciones santuario. Agradezco a la legislatura por mantener esta valiosa herramienta”, apostilló el gobernador.
La medida, aprobada durante una sesión especial del Congreso de Florida, formaliza el denominado Programa de Transporte de Extranjeros No Autorizados que quedaría bajo la ejecución de la División de Manejo de Emergencias del estado.
La nueva ley otorga a la administración de DeSantis el derecho a relocalizar a los migrantes dentro del territorio de EE.UU. en el caso de que hayan han sido procesados por el Gobierno federal, sin importar donde se encuentren, y asigna diez millones de dólares para hacerlo.
Como proyecto de ley había sido aprobado la pasada semana en el Senado por 27 votos a favor y 12 en contra gracias a la mayoría republicana, y luego recibió el visto bueno de la Cámara de Representantes estatal.
Las organizaciones pro inmigrantes y el Partido Demócrata de Florida han criticado el programa, sobre el que señalan forma parte de una estrategia de DeSantis para apuntalar su figura a nivel nacional entre los conservadores.
Bajo ese programa, Florida envió en septiembre pasado por avión a medio centenar de inmigrantes, la mayoría venezolanos que habían cruzado desde México para solicitar asilo en EE.UU. desde San Antonio (Texas) hasta Martha’s Vineyard, en Massachusetts.
Ese traslado generó una gran polémica y demandas judiciales contra DeSantis y el estado de Florida, pues los inmigrantes no estaban en ese territorio y además presuntamente fueron inducidos a abordar el vuelo con promesas engañosas.
“Estamos tristes, enojados y preocupados, pero desafortunadamente no sorprendidos. Con la aprobación de este proyecto de ley, Florida se ha consolidado como un lugar cruel y poco acogedor para las familias que buscan seguridad de los regímenes dictatoriales”, dijo en un comunicado Afifa Khaliq, presidenta de la organización Florida Immigrant Coalition (FLIC), al ser aprobada la medida por el Congreso estatal.