Washington, 14 feb (EFE).- Los tres muertos y los otros cinco heridos en el tiroteo que se produjo el lunes por la noche en la Universidad de Míchigan (M.S.U.) eran estudiantes, mientras que el agresor, un hombre de 43 años, no tenía relación con ese centro educativo, informaron este martes las autoridades locales.
El subjefe interino de la Policía de esa universidad, Chris Rozman, señaló este martes en conferencia de prensa que las dos primeras víctimas mortales fallecieron en un primer tiroteo en Berkey Hall, un edificio académico, mientras que la tercera murió en M.S.U. Union, un lugar donde los estudiantes suelen reunirse para comer o estudiar.
El agresor, que falleció por una herida de bala “autoinfligida”, tal y como ya se había informado el lunes por la noche, ha sido identificado como Anthony McRae. Se desconoce por el momento la motivación de su ataque.
En una imagen capturada por las cámaras de seguridad de la universidad se le veía con cazadora, gorra vaquera y zapatillas deportivas rojas.
El tiroteo comenzó poco después de las 20.30 hora local (01.30 hora GMT del martes). Las autoridades recibieron una llamada desde Berkey Hall y para cuando llegaron, minutos después, según Rozman, hallaron dos personas muertas y varias heridas.
La alerta se levantó de madrugada. La Universidad de Míchigan publicó en su web a las 01.05 hora local que el sospechoso había sido localizado muerto.
El presidente interino del Hospital Sparrow, Denny Martin, apuntó este martes ante los medios que las cinco personas heridas siguen en estado crítico.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó en un comunicado de que ordenó “el despliegue de todas las fuerzas de seguridad federales necesarias para apoyar los esfuerzos de respuesta locales y estatales” y se comprometió a proporcionar los recursos necesarios durante las próximas semanas.
Asimismo, Biden hizo un llamamiento al Congreso de EE.UU. a actuar y “promulgar reformas de sentido común” para limitar el comercio de armas, que incluyan la exigencia de la comprobación de antecedentes de los compradores, así como la prohibición de las armas de asalto, entre otras.
La universidad de Míchigan es una de las más grandes de Estados Unidos, con más de 50.000 estudiantes. Ese centro suspendió todas sus actividades durante 48 horas, incluidas las clases virtuales, ha pedido a sus alumnos que no se acerquen al campus y se puso a disposición de quienes necesiten ayuda psicológica.