Ciudad de México, 7 feb (EFE).- Una habitación llena de arena con esculturas de cactus que representa cómo puede ser el mundo en algunos años por la crisis climática o un esqueleto colgante que cuestiona cómo los humanos pueden crear ideas maquiavélicas, entre otras obras, forman “Desert Flood”, una muestra en el espacio LadoAlgo de la Ciudad de México que cuestiona la interacción entre el hombre y la naturaleza.
“(‘Desert Flood’) Es una inmersión al tema del cambio climático abordada desde una comunicación o conversación entre artistas nacionales e internacionales”, dijo en entrevista con EFE Noemí Ontiveros, directora ejecutiva de LagoAlgo.
Claudia Comte (1983, Suiza), Gabriel Rico (1980, México) y el colectivo SUPERFLEX (Dinamarca) son quienes participan en la exposición abordando desde distintos ángulos los devastadores efectos del calentamiento global, pero también cómo se ha llegado al punto actual.
“En torno a cuestiones ecológicas contemporáneas, específicamente el agua como recurso esencial y fuente de vida, así como alrededor del peligro y la destrucción potencial, la exposición Desert Flood reúne a los artistas mencionados, no como una enésima llamada de atención, sino como un pensamiento ecológico en acción”, detallaron en un comunicado.
Rico, por su parte, aborda el tema del antropoceno, que es una propuesta de época geológica por una parte de la comunidad científica para suceder al denominado Holoceno -la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre- debido al gran impacto global que las actividades humanas han tenido.
El jalisciense colecciona objetos heterogéneos que desentierra, encuentra o fabrica y sus instalaciones combinan “irónica y poéticamente” naturaleza y cultura.
Comte cuenta con una instalación de varias de sus obras en una sala donde el suelo está recubierto de arena emulando un paisaje desértico con esculturas de cactus, un elemento emblemático de la obra de la artista suiza.
Los cactus como símbolo de resistencia ante condiciones adversas responden a las pinturas de las paredes, en las que se lee “Hahaha” al estilo caricatura o cómic sobre devastadoras imágenes, como un paisaje natural lleno de basura.
SUPERFLEX, fundado en 1993 por Jakob Fenger, Rasmus Nielsen y Bjørnstjerne Christiansen, aborda en esta exposición las mareas crecientes y aboga por la creación de inteligencias colectivas.
Esto a través de, entre otras obras, un neón en el que asegura que “WE ARE ALL IN THE SAME BOAT” (todos estamos en el mismo barco).
“La combinación de las dos obras y su puesta en perspectiva junto a las obras de Claudia Comte parece indicar toda la extensión de la catástrofe de un nuevo equilibrio radical en marcha: la humanidad en un hilo entre un árido desierto y un océano creciente”, detalla el boletín.
UN ESPACIO INCLUSIVO PARA EL ARTE
“Desert Flood” se inaugura este jueves en El Lago, un edificio de arquitectura brutalista junto al lago de Chapultepec, uno de los bosques urbanos más grandes de Latinoamérica.
En 2020 el lugar, que albergaba entonces solamente un restaurante, cerró por la pandemia de covid-19 y tocó replantearse cuál sería el mejor uso después.
“Entonces surge esta idea de aterrizar algo que pueda ser mucho más inclusivo (…) y también se replantea la necesidad de sumar nuevas conciencias: todos necesitamos replantearnos todo y la pandemia fue este momento”, compartió Ontiveros.
Con esto en mente, crearon un híbrido, un espacio abierto, un “punto de encuentro para audiencias diversas” que combinase un restaurante de cocina orgánica hecha con productos y productores locales y una parte de arte contemporáneo que abre espacios que antes eran privados y ahora pueden visitarse de manera gratuita.
Y con “Desert Flood”, la tercera exposición que se realiza en LagoAlgo, se encamina la idea de que “la vocación del espacio es convertirse en un punto inclusivo y diverso para las audiencias”, terminó la directora ejecutiva.