Nueva York, 27 feb (EFE).- Los New Orleans Pelicans, con un gran último cuarto, consiguieron este martes un triunfo por 92-115 ante unos New York Knicks repletos de ausencias.
Los Knicks venían vencer a los Pistons el lunes con una enorme polémica después de que, en la última posesión del encuentro, Donte DiVincenzo cometiera una falta clara a Ausar Thompson que no se pitó y que dio pie a que los neoyorquinos recuperaran el balón y se llevaran el encuentro con una canasta con adicional de Josh Hart.
Tras el partido, Monty Williams, técnico de Detroit, mostró un descomunal enfado por lo sucedido y los árbitros reconocieron su error.
Con otro duelo solo 24 horas después, Jalen Brunson e Isaiah Hartenstein no saltaron al Madison Square Garden este martes para el equipo de la Gran Manzana y se unieron a las bajas ya de larga duración de Julius Randle, OG Anunoby y Mitchell Robinson.
Ante ese panorama, los Pelicans (35-24 de balance) tenían todo a favor para anotarse el triunfo pero solo pudieron despegarse en el marcador en el último cuarto con un contundente parcial de 25-41 que resultó definitivo ante unos Knicks (también 35-24 en la clasificación) que dieron una imagen meritoria con una rotación tan golpeada.
Trey Murphy (26 puntos, con 6 triples, y 7 rebotes) fue el máximo anotador de unos Pelicans a los que guió en un último cuarto excelente con 16 puntos.
Brandon Ingram aportó 24 puntos y 6 rebotes y Zion Williamson sumó 21 puntos para un conjunto de Nueva Orleans que acabó con un 18 de 34 en triples.
El puertorriqueño José Alvarado cumplió su segundo encuentro de sanción por la pelea del Pelicans-Heat de la semana pasada.
DiVincenzo asumió la responsabilidad en los Knicks con 23 puntos. Metió 7 triples pero no estuvo fino en la puntería con 18 intentos. Bojan Bogdanovic logró 20 puntos saliendo como reserva.
Los de Tom Thibodeau deslumbraron en enero (14-2) y fueron muy valientes en el mercado de fichajes, pero en febrero, con un rosario de lesiones, se les ha atragantado con un pobre 4-7
Dignos Knicks
Pese a que estaban en cuadro, los Knicks ofrecieron una buena imagen en el arranque, con una defensa muy sólida que llevó el partido a un terreno empantanado de pocos puntos en el que se sienten cómodos.
Además, DiVincenzo, que atraviesa un estupendo momento de forma, se ocupó de liderar el ataque local ante tanta baja.
La imagen del primer cuarto la dejó Hart, con la nariz sangrando tras un manotazo involuntario de Williamson. Los Pelicans perdieron 5 balones en el primer periodo, pero con un 6 de 10 impusieron poco a poco su calidad (26-19).
En cualquier caso, la ofensiva de Nueva Orleans no estaba para tirar cohetes y se vio de forma clara en un inicio del segundo periodo muy espeso y torpe.
Fue también mérito sin duda de la defensa de los Knicks, que puso incontables trampas a los visitantes e impidió que Ingram y Williamson cogieran ritmo.
Con esa base, los Knicks empezaron además a crecer además en ataque con la irrupción desde el banquillo de Bogdanovic, estupendo con 12 cuartos en ese segundo periodo, y con un Hart como agitador en jefe con 8 puntos.
El triple había salvado a los Pelicans en el inicio pero les penalizó en el segundo periodo con un mustio 2 de 10 y llegaron al descanso con una ventaja mínima tras una primera mitad decepcionante (47-48).
Un parcial de 0-8 de salida en el tercer cuarto dejó claro que los Pelicans habían hecho examen de conciencia en el intermedio.
Los de Nueva Orleans llegarían a tener un +13 en ese periodo pero no consiguieron dar el golpe definitivo en la mesa, por lo que los Knicks, con DiVincenzo encabezando la resistencia, llegaron al desenlace con vida (67-74).
Hasta ahí llegaron las fuerzas de los Knicks, que no pudieron contener la explosión anotadora de un Murphy brillante en la recta final con 16 puntos y un inmaculado 4 de 4 en triples.
La ofensiva de Nueva Orleans encontró el ritmo ideal, con un perfecto 7 de 7 desde el perímetro y un asombroso 12 de 14 en tiros de campo en total, y los Knicks tiraron la toalla.
David Villafranca