Redacción Deportes (EEUU), 25 dic (EFE).- Los Denver Nuggets defendieron este lunes su localía y se quedaron con el triunfo en la fiesta de Navidad ante unos combativos Golden State Warriors (120-114) gracias a la gran actuación de Jamal Murray, que firmó 28 puntos y que se convirtió en el canadiense con más puntos anotados en un partido navideño.
Todos los integrantes del quinteto titular de los Nuggets firmaron dobles dígitos de anotación. Destacaron los 26 puntos de Nikola Jokic, de los cuales 18 llegaron desde el tiro libre, donde no falló ni un solo lanzamiento. El genio balcánico se quedó muy cerca del triple-doble con 14 rebotes y 8 asistencias.
En Golden State, Andrew Wiggins aportó 22 puntos desde el banquillo y Stephen Curry sumó 18 liderando a unos titulares entre los que brillaron dos jóvenes como Jonathan Kuminga y Brandin Podziemski, ambos sumando 13 tantos.
Los Nuggets (22-10) acumulan cinco victorias seguidas mientras que los Warriors (15-15) perdieron precisamente tras una racha de cinco triunfos consecutivos.
Salieron dormidos los Warriors al inicio de partido, permitiendo una primera ventaja muy rápida para los campeones con un mate de Aaron Gordon y dos acciones de Murray.
Con el luminoso más igualado se citaron en el triple Klay Thompson y Ketavious Caldewell-Pope, para demostrar que estaban inspirados, con dos anotaciones cada uno.
Las transiciones ofensivas dieron esos matices de ventaja para los locales, que cerraron el primer cuarto tres puntos arriba con un 29-26. Michael Porter Jr. era su principal peligro ofensivo con 10 puntos; sorprendentemente, Jokic no era entonces un factor influyente en el partido.
El banquillo pasó a ser muy protagonista en Golden State. La entrada en pista de Chris Paul y Wiggins resultó determinante con aportación desde el triple, que les llevó a sumar conjuntamente 13 puntos.
Los 10 puntos con los que llegó a dominar Denver se difuminaron y los Warriors también disfrutaron de ese honor mandando hasta por seis (37-43) mediado el segundo periodo. La igualdad fue tal que tan solo un tanto dividía a ambos equipos en el ecuador del choque con el 53-54 visitante.
Reacción de Murray y Jokic
El asedio a Jokic continuó con éxito por parte de los Warriors. El pívot serbio únicamente lograba anotar desde la línea de tiros libres -eso sí, con una efectividad perfecta de 14 tiros sin fallo en los tres primeros cuartos-, pero su falta de participación en el juego habitual de Denver suponía un gran problema para la idea de los de Michael Malone.
La inspiración desde el triple de Cadlwell-Pope, con su tercer y cuarto acierto, así como un despertar de Murray con 8 puntos en este tramo permitieron que los Nuggets se llevaran el tercer cuarto y dominaran de nuevo: 92-89. Todo estaba aún por decidirse en el Ball Arena.
De nuevo Murray, con un mate descomunal, puso el 100-97, y supuso algo más que dos puntos ya que levantó a un pabellón que comenzó a entender que los suyos necesitaban un ambiente más parecido al de las pasadas Finales de la NBA si querían cerrar la Navidad con una alegría.
Jokic comenzó a asumir mucho más balón y ni Kevon Looney ni Jonathan Kuminga lograban detenerle en la pintura. La igualdad era máxima y se llegó a los últimos cinco minutos con un nuevo encuentro por debajo de cinco de distancia.
La gasolina de los Warriors que supone su tiro exterior comenzó a escasear. De haber metido 9 triples de 18 en la primera parte, su eficacia se redujo a menos de la mitad en la segunda (5 de 22).
Esto supo olerlo y aprovecharlo Murray, con ese instinto asesino que le caracteriza, para empezar a poner tierra de por medio y hacer notar, esta vez sí, el factor cancha. Terminó el último cuarto firmando 9 puntos por sí solo, marchándose hasta los 28 en total.
Al último minuto se entró con ventaja de 6 puntos para los Nuggets y Curry se quedó demasiado solo en esos últimos balones calientes. Jokic sentenció con un mate en carrera llegando en solitario y Murray remató desde el tiro libre para el definitivo 120-114.