Nueva York, 1 ene (EFE).- Los Knicks arrancaron el 2024 de la mejor manera posible con una victoria este lunes frente los Minnesota Timberwolves por 112-106 en un encuentro en el que brilló Julius Randle y en el que debutó con los de Nueva York su último fichaje, OG Anunoby.
El exjugador de los Toronto Raptors dio una muy buena imagen, aportó en defensa y en la lucha en la zona y acabó con 17 puntos y 6 rebotes dejando además varios mates para la galería y un importante triple en el último cuarto. No obstante, fue eliminado por faltas cuando quedaban cuatro minutos de partido.
Anunoby llega para reforzar un proyecto de los Knicks (18-15 de balance) que no acaba de dar el salto para codearse con la élite del Este (Boston Celtics, Milwaukee Bucks, Philadelphia 76ers…).
Pero esta tarde, en el primer partido de la NBA de 2024, los Knicks, que habían encadenado tres derrotas consecutivas, se adjudicaron una importante victoria ante unos Wolves que llegaban como líderes del Oeste (24-8) y que habían ganado siete de sus últimos nueve duelos.
Randle celebró el Año Nuevo con un recital de 39 puntos (14 de 24 en tiros) y 8 rebotes. El ala-pívot fue un titán en el desenlace con 12 de los últimos 13 puntos de su equipo justo cuando los Wolves amenazaban con una remontada.
Jalen Brunson consiguió 16 puntos y 14 asistencias pero tuvo una dura resaca de la Nochevieja con un 5 de 23 en tiros.
Anthony Edwards (35 puntos) y el dominicano Karl-Anthony Towns (29 puntos y 6 rebotes) destacaron en unos Wolves que pelearon hasta el final pero que no pudieron corregir un contundente 38-17 en contra en el segundo periodo.
Anunoby se estrena, Randle lo celebra
Recibido con un gran aplauso en un Madison Square Garden necesitado de noticias ilusionantes, Anunoby fue titular en lugar de RJ Barrett, metió un triple al poco de arrancar y se encargó de Edwards desde el principio.
No lo resultó fácil sujetar a la estrella de Minesota, que ya tuviera delante al nuevo fichaje de los Knicks o a cualquier otro defensor se salió en el primer cuarto con 15 puntos
La respuesta local llegó de la mano de Randle, muy incisivo a pesar de las torres en el interior de los Wolves y que también sumó 15 puntos en el primer parcial.
Con Edwards y Randle a tope de revoluciones, la diferencia estuvo en los respaldos de uno y otro, ya que Towns consiguió 9 tantos para los visitantes mientras que en los Knicks, salvo un taponazo de Isaiah Hartenstein a Rudy Gobert, no hubo rastro de otros jugadores pidiendo la palabra (23-32).
No tardó en aparecer Brunson, que capitaneó una fantástica reacción de los Knicks para darle la vuelta al marcador con un parcial de 22-7 en poco más de cinco minutos (45-39 con 6.21 para el descanso).
La defensa más transición del equipo de la Gran Manzana hizo daño a unos Wolves que, sin Edwards en la pista, perdieron el norte.
Tampoco lo recuperaron cuando volvió a la cancha en un segundo cuarto pésimo de Minesota (38-17) y que, con 13 puntos de Brunson, aprovecharon los Knicks para sellar la primera parte con un prometedor (61-49).
El paso por el vestuario no despejó a los Wolves, que volvieron a la pista todavía con la losa del segundo cuarto pesándoles en la espalda.
Sin nervio en ataque ni tensión en defensa, a los de Chris Finch se les escapaba el partido entre las manos sin oponer nada de resistencia (77-58 con 6.06 en el reloj).
Un triple de Anunoby le dio la primera ventaja por encima de los 20 puntos a unos Knicks tremendamente cómodos en todas las fases del juego. Todo le contrario le pasaba a los Wolves, que no encontraban soluciones más allá de un Edwards que asumió todo el caudal ofensivo de su conjunto.
Con un 94-78 se llegó al último periodo y los Wolves, mustios desde el primer cuarto, encontraron de repente la frescura perdida con un poderoso mate de Jaden McDaniels y los puntos en la pintura de Towns y Gobert (94-88 con 8.59 para el final).
Ese parcial de 0-10 metió el miedo en el cuerpo a los Knicks pero al rescate apareció el nuevo chico de la oficina: un Anunoby que clavó un triple cuando peor pintaban las cosas para los neoyorquinos.
Towns agarró entonces el timón de los Wolves. Pese a tener cinco faltas, el dominicano, con un triple y una acción defensiva de mucho mérito, situó a los suyos al borde de la remontada (99-95) con más de seis minutos por delante.
La revuelta de los Wolves llegó con vida hasta el último minuto, pero en esa recta final apareció Randle, sensacional con 10 puntos seguidos para certificar el triunfo de los Knicks.
David Villafranca