Miami (EE.UU.), 25 ene (EFE).- Los Boston Celtics se impusieron con mucha contundencia este jueves en Miami (110-143) a los Heat, vengándose de la derrota en la última final del Este y demostrando por qué son hoy por hoy el mejor equipo de la NBA.
Siete jugadores terminaron con dobles dígitos en anotación, siendo Jayson Tatum el más destacado con 26 puntos para celebrar su inclusión en el quinteto titular del 'All-Star Game'. Junto a él, los 19 del letón Kristaps Porzingis, quien acabó tocado, los 18 de Jaylen Brown y los 17 de Jrue Holiday.
Boston suma tres triunfos al hilo, para un parcial de seis victorias en los últimos siete compromisos. En Miami demostraron una gran defensa y también muchos recursos para anotar de distintas maneras con mucha facilidad.
Los Heat nunca tuvieron opciones de victoria y cada pequeña reacción que pudieron tener se vio contestada con otro parcial que les distanciaba aún más de su objetivo.
Los de Spoelstra suman cinco derrotas consecutivas por primera vez en la temporada, y es su peor racha desde que también cayeran en cinco seguidos en enero del año 2021.
Los 19 puntos de Tyler Herro y Bam Adebayo, más los 17 de Jimmy Butler, fueron insuficientes en una noche aciaga en el triple.
Boston imponente desde el primer minuto
Boston inició muy bien el partido en su ofensiva, equilibrando el tiro exterior con acciones más cerca del aro en las que Tatum quedaba emparejado con Highsmith, y le supo sacar las faltas personales para garantizar puntos desde la línea de tiros libres.
Spoelstra pidió tiempo muerto tras cinco minutos con 12-17 en el marcador, trató de corregir detalles defensivos que frenaran la proyección de anotación que presentaban los Celtics. Pero si algo tiene Boston son recursos, y leyeron bien las ventajas con Porzingis defendido por Butler aprovechando tiros cómodos imposibles de taponar. El letón alcanzó en los primeros minutos su canasta número 3.000 en la NBA.
Además, Jaylen Brown castigó mucho desde el perímetro con dos triples de tres intentos, disparando nueve arriba a los suyos a 3:44 para la conclusión del primer periodo.
El resultado tras doce minutos, 29-42, premió la excelente defensa visitante y su equilibrio a la hora de buscar el aro rival, combinando tiro exterior, juego interior y transiciones rápidas. Los triples mataron a Miami, recibieron 6 de 11 intentos con hasta cuatro jugadores rivales aportando desde el arco.
Se igualaron las fuerzas al regresar al parqué, Miami encontró la manera de competir, al menos durante los minutos en los que ni Porzingis ni Tatum estuvieron en pista.
Fue muy relevante la aportación de uno de los menos habituales, Thomas Bryant, que dio mucho aire a su equipo con segundas jugadas y actuando por encima del aro. Fue el máximo anotador del periodo para los de Spoelstra con siete puntos.
Los diez puntos siempre fueron una referencia en torno a la que oscilaba la renta de Boston, si bien Miami logró frenar la capacidad anotadora de su rival, no consiguió arrebatarle el control del partido y llegaron al descanso con la misma distancia de trece tantos: 64-77.
Los Celtics, con ganas de revancha
El equipo de Joe Mazzulla arrasó ofensivamente a su rival al volver de los vestuarios con muchísima artillería desde el triple. Convirtieron cinco de siete en los primeros cinco minutos, pero también aprovecharon lagunas defensivas de los locales que concedieron canastas fáciles.
Era evidente que había alguna motivación más en el juego, no sólo el triunfo. Spoelstra paró el partido con un sonrojante 76-98 tras otro triple de Tatum, que coincidía con Porzingis pidiendo el cambio tras un fuerte contacto en un rebote. El letón se fue al banquillo, Mazzulla no tenía ninguna necesidad de arriesgar el físico de su estrella.
Recurrió Miami al triple para recortar algo y recuperar sensaciones, entraron tres sin fallo y Mazzulla reaccionó al ver que su rival se acercaba a 16 puntos (87-103) a 3:32 para el cierre del cuarto.
Fue cuestión de tiempo que el mejor trabajo en pista de los Celtics volviera a reflejarse en el luminoso con un 90-113 que daba paso al último acto.
Cualquier esperanza de remontada quedó sepultada con el 0-6 de salida encajado por los locales. Lo que pasaba a estar en juego ya era la imagen y no el triunfo, incontestable por parte de los Celtics (90-119).
Con 6:30 para la conclusión, ni Mazzulla ni Spoelstra pusieron más a sus jugadores habituales y recurrieron a los más profundo de su rotación para cerrar la noche. El resultado definitivo fue 110-143, la peor derrota de Miami Heat en este curso 2023/2024.