Nueva York, 20 dic (EFE).- Los New York Knicks confirmaron este miércoles que, en estos momentos, son el mejor equipo de la Gran Manzana y superaron por 102-121 a los Nets, lo que supone además su primer triunfo en Brooklyn desde 2019.
Tras una gira por el Oeste con dos victorias importantes ante Los Angeles Lakers y los Phoenix Suns, los Knicks (16-11 de balance) consolidaron su buen momento y también certificaron una especie de cambio de ciclo en el baloncesto neoyorquino, marcado por el dominio de los Nets en los últimos años con Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden (todos ellos ya fuera de Brooklyn).
Los Knicks llegaron a encadenar nueve derrotas seguidas ante esos poderosos aunque finalmente fallidos Nets, pero el curso pasado sumaron dos victorias consecutivas en casa frente a Brooklyn y, con este triunfo en el primer duelo neoyorquino de esta temporada, ya han hilado tres alegrías ante sus vecinos y rivales.
Julius Randle, que plantó su bandera en la zona sin oposición (26 puntos y 7 rebotes) y Donte DiVincenzo (23 puntos y 8 rebotes con 5 triples) fueron los más productivos esta noche de los de Tom Thibodeau, que además contaron con una versión menos anotadora pero muy completa de Jalen Brunson (16 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias).
En cambio, los Nets (13-14) atraviesan un tramo de dudas y decepciones con cuatro derrotas seguidas y además anunciaron este miércoles que Ben Simmons, que solo ha jugado seis partidos esta temporada, no regresará de su lesión en la espalda al menos hasta enero.
Cam Johnson y Cam Thomas, con 20 puntos cada uno, fueron los referentes en ataque de unos Nets muy flojos en los lanzamientos a canasta (36,6 %), inferiores en el rebote (58 por 66) y que padecieron además la desafortunada actuación de Mikal Bridges (15 puntos con 4 de 21 en tiros) y Spencer Dinwiddie (10 puntos con 3 de 11).
Los Knicks, como en su casa
Con muchos y ruidosos aficionados de los Knicks en las gradas del Barclays Center de Brooklyn, los visitantes marcaron el ritmo desde el inicio gracias a su concentración y solidez en defensa (5-14 con 6.36 en el reloj).
Frente a la convicción de los Knicks en su plan, los Nets arrancarron deslavazados, con falta de garra en ambas canastas y con el punto de mira muy desviado.
De este modo, los Knicks dominaron sin ningún problema el primer cuarto (20-32) mientras los Nets se estrellaron con la puntería (6 de 24 en tiros de campo) y no encontraron el antídoto para un Randle que brilló con 12 puntos.
Dos pilares sostienen prácticamente todo el armazón de los Knicks: Randle y Brunson.
Así que los minutos de ambos en el banquillo en el segundo caurto fueron el momento ideal para que los Nets ensayaran un intento de remontada con dos triples por cabeza de Johnson y Royce O'Neale (37-42 a falta de 6.48 para el intermedio).
Esa reacción, pese al notable 6 de 11 en triples de los Nets en el segundo periodo, acabó en cuanto Randle y Brunson volvieron a la cancha e impusieron de nuevo la ley de los Knicks, que llegaron al descanso con una renta no excesivamente amplia (51-60) pero con la sensación de tener el encuentro bajo control.
Brooklyn no solo sufrió en los intentos a canasta (36 %) sino también con 8 pérdidas de balón en los dos primeros cuartos.
Solo un minuto tardó Jacque Vaughn en pedir tiempo muerto en la reanudación tras dos canastas seguidas de los Knicks para descorchar el tercer cuarto.
Pero el técnico de los Nets no pudo frenar a unos Knicks que salieron lanzados con un 0-11 que les colocó con un +20 en un visto y no visto (51-71 con 9.14 por jugarse).
DiVincenzo estaba en su salsa y sumó 11 puntos solo en ese cuarto, pero cuando parecía que los Knicks iban a sentenciar el encuentro respondieron los Nets, que se dejaron guiar por Thomas hasta situarse a solo 7 puntos.
En ese tercer cuarto de impulsos para uno y otro lado, Randle y Brunson tomaron las riendas en la recta final e Immanuel Quickley selló una canasta en los últimos segundos para dejar a los suyos de nuevo con un margen cómodo (77-90).
Era 'ahora o nunca' para los Nets, especialmente de nuevo con Randle y Brunson descansando en los Knicks, pero un parcial de 0-8 salida, con 5 puntos de Quentin Grimes, dio forma a un +21 para los Knicks con menos de 10 minutos por disputarse del que Brooklyn ya no se recuperó.
David Villafranca